El ermitaño iracundo

Era de noche y salia de casa, caminaba por la vereda sin rumbo alguno, solo me motiva la idea de buscar una idea, una idea que cambie el rumbo de mi silencio, ese silencio tormentoso de no saber decir nada. Un silencio inundado por palabras oscuras dentro de mí, que me llevan a una conclusión que la calle esta vacia y solitaria, que no hay nadie ahi ¡oh! sorpresa, dond estoy? tanto camine ahogandome en ideas absurdas, que no me dí cuenta que estaba en un lugar muy oscuro... un lugar desconocido para mi cerebro, en eso ví una sombra que paso delante mío, me quede helado, estaba sudando, luego otra sombra, me quede paralizado, no moví ni un músculo, ni siquiera los párpados, luego escuche una voz muy suave que decía - apúrate - ven por aquí, era la voz de una mujer, me calmé un poco, pero aún así no me movía de mi lugar... seguí ahí parado, esperando que algo pase, no sabía que hacer, si corría sabrían que estoy ahí, pero que tal que solo son personas que estan pasando por ahí o que tal son unos criminales, malditos pensamientos, maldita soledad, ¿porqué tuve que salir?, mejor estaba en casa recostado con mis ideas.

Se me estaba pasando la adrenalina y el terror, me calme un poco y eso, - tíralo ahí- dejalo botado, ¡Dios mío! estos tipos estan dejando un cuerpo tirado.. y nuevamente las sombras pasan por mi delante, estaba oscuro no distinguí nada, y me acerqué al lugar donde dejaron supuestamente ese cadaver, y con la luz del celular logro ver que eran dos bolsas grandes de basura, que contendran esas bosas me pregunte, grata fué mi sopresa al abrirlas erá un monton de basura que esta gente cochina dejo ahí, me aleje tranquilo y regrese a casa a seguir con mi atormetadas ideas, que esta vez me regalaron una amarga anecdota.

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